POEMAS SOBRE LA VIDA
POEMA 15-
ANATOMÍA DE LA INSOLENCIA.
El fin…
Se quedaron a oscuras mis días,
y tú, estando sin estar,
te sientas a esperar lo imposible.
Rezas entre lágrimas,
susurrando mi nombre como un eco roto.
Yo, mediador entre tu sombra y la mía;
tú, distancia eterna que huye de mis sentires.
Yo, torpe guardián que procura no herir tu silencio;
tú, silencio crudo, implacable, desvestido de calor.
Soy quien te extiende sombra bajo cada paso,
quien te besa, te envuelve, te ama
hasta en la calle más honda de la noche.
Eres quien me niega la luz,
quien no ofrece sombra ni beso ni abrazo ni latido.
Yo, que avanzo midiendo cada gesto
para no quebrar tu mutismo;
tú, que apagas la claridad de tus ojos
y abandonas mis sombras sin sentido,
perdidas en su propio purgatorio.
EL ESCRITOR DE PALABRAS CON ECO.
Autor: JE. Rios. 02/12/2025
POEMA 14-
ANATOMÍA DE LA INSOLENCIA.
TE HE VISTO, GITANA.
Te he visto bailando, gitana de ojos oscuros;
vi tu cabellera suelta al viento,
tu sombra ardiendo bajo el sol,
quemando a cuantos se atrevían a mirarte.
Te he visto, gitana, y sé
que tus pupilas también rozaron las mías.
Me hechizaste, lo sé,
gitana de piel canela.
Te vi danzar, embrujada,
con la imprudencia viva de tu cintura
y la juventud temblando en tus pasos.
¡Ay, gitana de ojos profundos!
¡Ay, gitana de breves años!
Te he visto…
y tú también me mirabas.
EL ESCRITOR DE PALABRAS CON ECO.
AUTOR: JE. Rios. 02/12/2025
POEMA 13-
UNA PLUMA, UNA ESPERANZA.
Amigo,
he decidido entregar mi último vuelo—
pero jamás mi última esperanza de llegar.
Dejaré una pluma al capricho del viento,
allá, donde el mar lame la orilla,
esperando que alimente al hambriento de magia,
al pobre de fe,
al ciego de horizonte.
Amigos,
he decidido mutilar mis alas,
pero nunca mi alma:
les dejo una pluma suelta en el aire,
para el placer de verlos volar…
EL ESCRITOR DE PALABRAS CON ECO.
Autor. JE Rios. 25/11/2025
P/D: Esta fotografía pertenece al fotógrafo, Daniel Zicchini, un amigo de la vieja guardia. ( Gracias)
Poema 12-
Memoria de mi.
No sé narrar lo que no pesa,
lo que no se toca,
pero puedo nombrar cada chispa
que decidió quedarse en mi memoria.
Dicen que quien sabe contar historias
puede torcerle el rumbo al mundo,
y yo camino con los bolsillos llenos,
rebosando de ellas.
Si extiendes las manos,
si cierras los ojos
y le dejas una rendija abierta al corazón,
te contaré…
No prometo cuentos ni fábulas,
solo relatos que se quedaron dormidos
en mi recuerdo,
sin fuerzas para escapar
de mi memoria.
01 de abril de 2016
El escritor de palabras con eco
Autor: JE. Rios
POEMA 11-
LA VIDA Y EL JUGUETE.
Ayer, una historia en mi mente.
Hoy lo toco, lo miro, lo huelo y pienso.
Mañana… no me preocupa, es un traje a la espera de vestirme.
Las horas, pájaros en vuelo,
y yo, un extraño que camina rumbo al destino.
El destino, un vagabundo lleno de rencores así mismo…
Autor: J. E. Rios 19/11/2025
El escritor de palabras con eco.
POEMA 10-
ANATOMÍA DE LA INSOLENCIA
Otoño en mis ojos
¿Recuerdas?
Aquel día en que, sin querer, nos miramos,
sin querer nos besamos
y, sin querer, empezamos a amarnos.
¿Te acuerdas?
Prometimos ser eternos,
infinitos,
incapaces de rompernos.
¿Recuerdas cuando nuestras sombras
se volvían una
en la oscuridad de cualquier rincón?
Tu mano aferrada a la mía,
atados por el hielo transparente
de la confianza.
Nunca te regalé flores —no creíamos en eso—;
nos regalábamos risas,
miradas,
y esos silencios tibios
que nos cubrían después de amarnos.
¿Recuerdas la lluvia,
mezclada con lágrimas,
aquella última tarde
en que dijimos “hasta siempre”?
Te lo pregunto
porque hoy volvió a mí,
mientras caminaba bajo la lluvia
de esta tarde de otoño,
y nadie pudo distinguir
si era agua del cielo
o un llanto melancólico
escapándose de mi alma.
Autor: J. E. Rios
El escritor de palabras con eco.
19/11/2025
POEMA 8-
ANATOMÍA DE LA INSOLENCIA
Razones del lenguaje propio
Comprender
el poder del silencio,
la palabra no dicha:
esa mitad del todo
que en su quietud revela
lo que el hombre —animal pensante—
descubre al observar.
Cómo entender
los pensamientos que estallan
en quien mira lejos,
pensamientos que rozan
el espíritu y el alma,
que brotan sin permiso
y abren la grieta
entre razón, coherencia,
sentido común
y ese yo verdadero
que se niega a caer
en la mediocría sumisa
del conformismo.
Cómo no dejar de ser humanos
cada vez que extendemos la mano,
no por la causa,
sino por la inevitable fuerza
del simple acto de sentir.
“Hacer el bien por amor del bien
y no por temor al mal;
pues quien obra por verdadero conocimiento
y por amor del bien,
lo hace con el alma libre y constante.
Aquel a quien solo el miedo
conduce al bien,
obra como esclavo,
bajo la sombra del mal,
dominado por una fuerza ajena”.
Me niego a creer
que las montañas
sean solo para los fuertes.
Hay montañas —las más duras—
que los débiles descienden
toda una vida
sin alcanzar ningún cielo.
Tengo un reloj de arena
que no detiene su caída.
Me lo prestó la vida al nacer
y habré de devolverlo un día
a una hora incierta,
en un minuto fugaz,
en el último segundo
de mi existir.
No querría que el tiempo
de mi presencia
perdiera su significado.
No soy amante de epitafios:
prefiero la verdad desnuda
del hecho de partir,
el adiós agónico
de quien amé
y supo amarme.
Autor: J E Rios 28/11/2025
El escritor de palabras con eco.
POEMA 7-
Carta a mi madre
Estamos en hojas distintas
de un libro aún por contarse;
historias paralelas
mezcladas por la tinta incierta de la vida.
En una mezcla extraña
de caprichosos abismos,
en la fusión silenciosa
de nuestras páginas vacías,
de relatos que jamás se dijeron,
aquel día me descubrí
deseando—sin remedio—
conocer tu alma oculta
y habitar en ella.
No me importaron
los años perdidos,
ni tus prosas en sombra,
ni los argumentos mudos.
Comencé a amar tu imagen,
tu voz,
tu rostro cansado por el tiempo.
Mi tintero sólo quería
escribir los mejores relatos a tu lado,
crear historias nuevas en tus páginas,
que serían nuestras,
hijas de un mismo pulso.
Y desnudé en tus hojas
la sensibilidad de mi alma;
dejé mi existencia expuesta
entre tus párrafos desiertos.
Pero una lágrima—
de tinta roja—
cayó pesada
sobre lo que creímos historia.
Descubrí entonces
que poco importaba
mi amor acumulado en años de espera,
mis brazos abiertos,
mis oraciones,
mis finales felices.
Todo murió entre un punto y coma:
final insuficiente
trazado con una caligrafía pobre de afectos.
Aun así, doy gracias
por esas pocas páginas
donde escribimos utopías,
dibujadas con la sangre
de tu hijo desnudo.
Fue un final abrupto, sí,
pero también
la despedida luminosa
de una historia hermosa
que nunca se contó.
Gracias
por soltar mi mano.
29 de febrero de 2016
El escritor de palabras con eco
J. E. Ríos
POEMA 6-
LA DAMA DE LA ESQUINA
Dejé de fumar.
Sustituí el cigarrillo del “después”
por poesía.
Sólo tres versos pude componer:
dos cargados de desamor,
y el último,
nacido antes del precio
de tu sudor y tus sombras.
Pero tan sólo un segundo me basta
para saber
que tu amor —el comprado—
es lo más preciado
de mi vida.
Tan sólo un segundo me basta
para sentir que la dulzura
de tus labios
alimenta mi alma
de crónico enamorado.
Dejé de fumar…
06 de marzo de 2016
El escritor de palabras con eco
Autor. J E Rios
POEMA 5-
ANATOMÍA DE LA INSOLENCIA
La puerta está abierta.
Has llegado,
después de tanta espera.
El desorden de mis pensamientos
se multiplicó como enjambre desbocado;
el vino me sabe agrio
y tengo fríos los huesos.
Es posible que no veas lágrimas,
pero ahí están,
en el fondo infinito
de lo que queda de mí.
Se han vuelto transparentes,
frágiles cristales
desgarrándome alma y carne por dentro,
ahogando lo último de humanidad
que reservaba a Dios.
Te observo
con la pausa infinita
del que escucha su último minuto.
Pero no recuerdo el amor que me diste,
ni besos,
ni caricias,
ni siquiera por qué tanto esperarte.
Eres una silueta extraña
que no deja de perseguirme.
Tus sombras me hieren,
me sofocan,
me entristecen.
Te aferras a mi pecho
como náufrago a su balsa precaria,
y sobrevives
bebiendo las últimas gotas
de mis lágrimas.
Eres el lamento
de la fe perdida,
la amarra de un velero
despojado de mar y timones,
el céntimo final
de una gran fortuna.
Eres mi decadencia,
la manta sucia
que intenta cubrir
el frío de mis vergüenzas.
Eres noche cerrada,
sin estrellas
y sin luna;
vacía,
despojada de aura.
Has llegado
buscando en mí
lo que ya no tengo,
y me sigues, sigilosa,
por los caminos de sombra.
Te confundes espectral
entre la niebla
de cada sendero que transito.
Has llegado.
Cierro los ojos
y sigues ahí…
Ni rezando santos
te marchas.
El escritor de palabras con eco
Autor: J. E. Rios
POEMA 4-
ANATOMIA DE LA INSOLENCIA.
LO QUE TU SABES.
Mañana…
un día que se repliega,
una tarde en retirada,
una noche que bosteza sombras,
y una madrugada que apenas sangra luz.
Mañana, los vivos murmurarán plegarias rotas
mientras los muertos —sin nombre— avanzan
lejos de aquí, tan cerca como el miedo.
Mañana quizás la lluvia golpee la tierra
mientras el sol calcine las aguas,
mientras el día se quiebre en un alba sin inocencia.
Mañana arrastrarán su paso
las horas perdidas
en el desierto hueco de un reloj de arena.
Mañana no esperaré a nadie,
mientras ese nadie me aguarda
con la paciencia fría de las ruinas.
Mañana fingiré sencillez:
leeré lo mismo para olvidar,
escribiré lo que tú ya sabías,
beberé el café amargo
y aspiraré el aire salobre del mar
como quien busca un último rastro de vida.
Mañana cerraré las ventanas con fuerza,
antes de que el sol vuelva a quemar las aguas
y el café —como tantas cosas—
se enfríe para siempre.
Autor: J.E.Rios 20/11/2025
El escritor de palabras con eco.
POEMA 3-
Anatomía de la insolencia.
Oscuro, blanco, gris.
He puesto el espejo de la inmensidad
frente al calvario de los viejos años.
Mis ojos ya no ven el cielo azul —tan azul—
como aquel niño lo pintaba.
El olvido ha encontrado sitio en mis pensamientos,
y la nostalgia derrama lágrimas
que cuestan descifrar.
El espejo devuelve una silueta cansada,
agotada de tantos rezos.
¿Dónde quedó aquel primer paso,
cuando la alegría era infinita
y el mundo me esperaba listo
para echarme a andar?
¿Tristeza?
No… no se trata de mí,
solo se trata de los años.
Autor: J.E.Rios 19/11/2025
El escritor de palabras con eco.

